martes, 30 de agosto de 2011

Discurso Titulación 2011


 A continuación el discurso de Jocelyn Kasztan.

Queridas Luz María, María Paz, profesores y familias:

Hoy termina una etapa pero comienza otra, hemos querido dirigirnos a ustedes para expresar nuestro sentir y agradecimiento.
Aquí en presencia de quienes amamos, de nuestras familias, quienes sin duda son los primeros gestores de nuestra educación: mamás, papás, abuelos, hermanos y otros. Cada una de nosotras tiene en su esencia personal la huella de cada integrante de sus familias, huellas que nos condujeron hasta aquí y que nos seguirán conduciendo en la vida con seguridad y por buen camino, regalando a otros todo el amor con el que hemos sido bendecidas. Es por eso que esta ceremonia es en presencia de ellos, de las familias.
Durante nuestra formación docente en esta universidad no solo han salido beneficiadas nuestras mentes, sino también nuestros espíritus, en cuanto a renovados modos de enfrentar desafíos, asumir responsabilidades y sobre todo compromisos.
Creemos que lo más oportuno, dada la situación, es aludir al perfil de egreso de la carrera, con el cual, al concluir nuestra formación inicial, declaramos sentirnos plenamente identificadas.
La facultad de educación de la Universidad Finis Terrae, el año 2007, se comprometió con cada una de nosotras a formarnos como profesionales de excelencia, meta cumplida con evidencias en la evaluación INICIA 2010.
Además se comprometió a hacernos poseedoras de competencias necesarias para educar niños del siglo XXI, a impregnar en nosotras un espíritu analítico fundado en la verdad y el respeto. A prepararnos como docentes de alto capital cultural y de flexibilidad necesaria para el quehacer pedagógico, aptitudes que sin duda se han ido plasmando cada vez más en el ejercicio de las prácticas pedagógicas que ha dado espacio esta casa de estudios.
La vocación, como inclinación a la práctica docente es algo difícil de enseñar, pero día a día en la universidad logramos presenciarla a través de nuestros profesores quienes nos motivaban y guiaban en la búsqueda y máxima expresión de nuestra propia vocación docente.Hoy vamos al mundo laboral con la frente en alto y llenas de orgullo de ser profesoras, nos gusta lo que hacemos, amamos lo que hacemos y lo demostramos enseñando con pasión. Muchas de nosotras comenzamos sin saber que amaríamos tanto el quehacer pedagógico.
A través del refuerzo, la crítica constructiva y constantes desequilibrios cognitivos provocados deliberadamente por cada maestro que se propuso enseñarnos algo, conseguimos no solo seguridad en nuestro saber, sino que también en nuestro ser y hacer.
Nos sentimos preparadas para entregar lo mejor a la educación chilena, para hacer la diferencia, para plasmar en otros el lema de nuestra universidad “ser mejor”, pero no podemos concluir aquí sin agradecer.Gracias, por el ejemplo de educación que hemos recibido del cuerpo docente de la universidad.
Educación en el más amplio sentido de la palabra, educación de conceptos, de valores, de ser persona, de convivencia, de juicio, de innumerables cualidades que nos hacen levantarnos cada mañana orgullosas de ser de “la finis”.
Agradecer a cada una de nuestras familias, por el apoyo incondicional en esta ruta de aprendizaje, por los desvelos, preocupaciones, por el esfuerzo de costear una carrera universitaria, por el amor que nos entregan incondicionalmente y porque son la base de toda educación, sin ustedes este sueño no hubiese sido posible.
Hemos creado vínculos que nunca se romperán, vínculos enlazados por la amistad, el cariño, el respeto y la admiración.El ambiente de trabajo en que nos hemos desenvuelto durante nuestra formación docente nos ha permitido ser más que compañeras de universidad, ser amigas. Nos ha permitido sentir a nuestros profesores cerca y tener la confianza de que serán guías incluso después de hoy. Estos lazos nos han nutrido aún más y nos hacen sentir entre la inmensa alegría de haber conseguido nuestra meta y un inminente sentimiento de nostalgia hacia la bella etapa que dejamos atrás.
Estamos conscientes de la necesidad de seguir con nuestra formación docente, sabemos que esto no termina hoy. Esperamos y anhelamos con todo el corazón que sea en cercanía de todos aquellos que hicieron posible lo que hoy nos reúne, nuestra titulación.

Gracias.

jueves, 25 de agosto de 2011

Misión de la Facultad de Educacíón y Ciencias de la Familia

La Facultad de Educación y Ciencias de la Familia tiene como misión formar a profesionales del área de la educación y de la familia comprometidos con su vocación, poseedores de las competencias necesarias que les permitan responder a las exigencias del siglo XXI e inspirados en una ética edificante basada en los valores de la cultura cristiano occidental.

La Facultad está llamada a generar conocimiento disciplinario e interdisciplinario, por medio de la investigación y la reflexión crítica, y a extender y aplicar este conocimiento a través de la formación de pre-grado, continua y de posgrado; del desarrollo de proyectos y servicios, y de la difusión amplia en contextos heterogéneos.

Cuenta con cuatro carreras y un programa especial: Ciencias de la Familia, Educación Básica, Educación Parvularia, Pedagogía en Religión y Moral Católica y el programa de Educación Media.

Estas son sus autoridades:


Luz María Budge, decana de la Facultad.



María Paz Lavín, directora Educación Básica y Media.

Patricio Jaramillo, director Pedagogía en Religión y Moral Católica

Rosario Catalán, directora Educación Parvularia

Ana María Yévenes, directora Ciencias de la Familia