jueves, 12 de diciembre de 2013

Nuestra torre de PISA


 Fuente: Sergio Urzúa. El Mercurio. 8 de diciembre de 2013.

"Pocos pueden creer que el aseguramiento de la calidad educacional pasa solamente por un tema financiero..."

Si bien los resultados de la prueba PISA 2012 ubicaron a Chile como líder en la región, una lectura desapasionada de sus cifras confirma los inmensos desafíos que el país enfrenta en educación.

En esta última medición, Chile se ubicó en la posición 50 entre 65 economías. Pero, más allá de este ranking, los resultados corroboran una preocupante realidad: uno de cada dos estudiantes de 15 años en Chile no alcanza las competencias mínimas (matemáticas) para participar de una sociedad moderna.

Adicionalmente, los resultados reafirman la alta correlación entre los niveles socioeconómicos de los jóvenes y su desempeño, una prueba fehaciente de que en nuestro país las desigualdades en materia educacional emergen mucho antes de los 15 años.

Algunos podrán matizar los negativos resultados levantando dudas respecto de la importancia real de esta prueba. Lamentablemente para Chile, la evidencia demuestra que aumentos en las habilidades medidas por PISA en la población tienen impacto sobre el crecimiento de las economías. Así, nuestro magro desempeño no es gratis: el país pierde puntos de crecimiento por su mala educación. La pregunta es, entonces: ¿cómo avanzar hacia un mejor sistema educativo? ¿Aumentos en el gasto público en el sector? Los esfuerzos del Estado en términos de recursos económicos dirigidos al sistema sin duda han sido necesarios y positivos, pero pocos pueden creer que el aseguramiento de la calidad pasa solamente por un tema financiero.

Tomemos por ejemplo el caso de los estudiantes de los colegios más aventajados del país, la gran mayoría privados y de alto costo para los hogares. Para este grupo, el informe de PISA muestra que solo 26,7% de sus estudiantes alcanza un desempeño alto (matemáticas). De hecho, al analizar el ranking de los establecimientos con mejores niveles socioeconómicos entre los países participantes, los chilenos se ubican solo en la posición 47. ¡Nada del otro mundo! A esto agreguemos el hecho de que los resultados promedio de nuestros colegios privados fueron 522 en lectura y 518 en matemáticas, niveles similares a los obtenidos por Polonia, un país con un ingreso per cápita de 12.000 dólares, muy por debajo del chileno. ¿Qué mejor ejemplo de que el problema no es solo de recursos?

Toda la evidencia internacional apunta a que para mejorar la educación es necesario innovar. Cambios curriculares y en los métodos de enseñanza que promuevan las habilidades blandas (disciplina y responsabilidad) deben ser los pilares de este proceso, lo mismo que docentes con vocación y mejor preparados. Padres y familias comprometidas con cada etapa formativa son también esenciales, porque —qué duda cabe— en Chile pagar un colegio caro no implica calidad. Debemos ser todos más exigentes si queremos que la estructura —como la famosa torre de Pisa en Italia— no continúe inclinándose.

martes, 10 de diciembre de 2013

Los exitosos métodos de enseñanza que se están replicando en Chile



(Fuente: La Tercera, 8 de diciembre). 

 El sistema matemático de Singapur, el hábito de estudio japonés y el modelo danés de lectura son algunas fórmulas que se están importando.

 Su aplicación se fundamenta en los buenos resultados académicos de estos países, especialmente en test globales como la Prueba Pisa. 

 La prueba Pisa es uno de los termómetros más precisos de la educacional global. Y la medición 2012, entregada el martes pasado, arrojó inquietantes resultados para el modelo chileno, que si bien muestra supremacía en la región, está muy por debajo de los estándares de países desarrollados.
 Por eso, es que varias organizaciones y colegios chilenos están importando algunos sistemas educacionales exitosos para ver si pueden replicarlos. Es una apuesta a largo plazo, pero algunos profesores ya creen ver los primeros frutos.

Método Singapur

 El Método Singapur surge del Instituto Nacional de Educación de ese país para enseñar matemáticas de forma didáctica. Sus resultados los avalan en el mundo: en la última Pisa aparecen con el 2° mejor puntaje.
 En el Centro Félix Klein, de la U. de Santiago, difunden el método, asesoran colegios y capacitan a los profesores. “Busca que los niños aprendan a pensar matemáticamente, lo que no ocurre hoy, pues los profesores fueron formados con otro paradigma en que sólo se explica y se dan ejercicios”, dice Dinko Mitrovich, subdirector del centro.
 El método es un plan progresivo desde kínder a sexto básico. Hoy trabajan con 44 colegios, la mayoría privados. Uno de ellos es el Pedro de Valdivia.

 Daniela Goic, profesora de Primero Básico de la sede de Peñalolén, dice “que es un método muy cercano a los niños, donde se plantean desafíos y juegos grupales”.
Como es de reciente aplicación, aún no se ven resultados concretos en pruebas como el Simce o Pisa.
En el Félix Klein sólo este año realizaron una prueba de impacto, información que tendrán a fin de año. Pero Mitrovich dice que los padres ya notan el cambio. “Uno nos comentó que su hijo de 2° básico ayuda a su hermano de 4° básico”.
Mientras que Goic afirma que la motivación de los niños es distinta: “No se aburren con las matemáticas”.
El prestigio del método ha hecho que el propio Ministerio de Educación esté implementado desde el 2011 un piloto en 300 colegios públicos y subvencionados de 1° a 4° básico que consiste en la entrega de libros con método Singapur, más capacitación de docentes. Actualmente están evaluando los resultados.
Ernesto Treviño, director del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la UDP, dice que este tipo de métodos debe aplicarse de manera consistente durante cuatro a cinco años para ver resultados. “No son contenidos ligados al currículo, sino a problemas de la vida diaria a través de habilidades sencillas. Estos programas no apuntan a memorizar, sino a generar habilidades matemáticas de fondo”.

Finlandia

Durante las dos últimas décadas, Finlandia ha logrado niveles de excelencia en materia educacional. Según la última prueba Pisa, el país está entre las 12 mejores naciones del mundo.
 Por ello, el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile desarrolló una investigación bilateral con ese país.
 María Leonor Varas, a cargo del proyecto, explica que se tomaron modelos exitosos y se aplicaron en 14 cursos en Chile y en Finlandia.
 La intervención, hecha en nueve colegios se inició en 3° básico y terminó en 5°. Una vez al mes y siete veces al año la clase de matemática se destinó a resolver un problema de final abierto en las aulas de ambos países.
“Los niños no iban a aprender nada, sino que a pensar. Lo que hace este sistema es desarrollar competencias matemáticas. Que es lo que Pisa mide”, indica Varas.
Lo que demostraron es que en ambos países esta metodología es efectiva. Así lo confirmó Marcela Fernández, profesora de la Escuela Elvira Hurtado de Matte, Quinta Normal, uno de los colegios donde se aplicó el modelo. ¿Los resultados? “Niños que no les gustaban las matemáticas comenzaron a interesarse. Niños tímidos que no participaban en clases lo hicieron. Ya no la ven como algo aburrido”. Y es porque la entienden.

Lectura danesa

 Dinamarca tienen una de las poblaciones infantiles más lectoras del mundo: el 88% de los niños entre 7 y 11 años son consumidores habituales de libros. Y el 82 % de los adolescentes va a bibliotecas regularmente.
 De allí sus resultados en lenguaje: siempre sobre el promedio de la OCDE. ¿La clave? No centrar las clases de lenguaje en un sólo libro, sino en varios. Y hacerlo desde pequeños.
Por eso, en 2007, Alejandra Stevenson importó el sistema a Chile: compró los derechos editoriales del modelo y creó Palotes, una saga de cinco libros de ocho páginas, cada uno con un nivel de dificultad distinto, de modo que los profesores puedan separar a los alumnos según su nivel, uno de los principales problemas de los menores que arriban a Primero Básico. “Algunos ya leen y otros ni siquiera han tomado un libro”.
Se trata de libros con una tipografía especial, y con ilustraciones. Las pocas páginas no son casuales. “Los niños se motivan. Me dicen: ‘me leí un libro completo’”.
La idea no es entrenar la comprensión lectora, sino que los niños inicien su proceso lector y tengan éxito.
La profesora Claudia Villa aplica el método desde 2008. Primero en una escuela vulnerable de Puente Alto. Luego en un colegio particular subvencionado y este año en la Escuela de Deportes de Vallenar. La respuesta inmediata de los niños ha sido motivadora. “Incluso un niño no lector puede entender el cuento. Y eso lo motiva y lo predispone a aprender a leer”, dice.

Método japonés

Japón está entre las cuatro naciones con mejores puntajes de la prueba Pisa 2012. Por eso, varios establecimientos del país están aplicando el método Kumon, ideado por el japonés Toru Kumon, a mediados del siglo XX. El sistema, diseñado para matemáticas y lenguaje, involucra la repetición de ejercicios básicos que gradualmente se hacen más complejos, hasta que el estudiante alcance un nivel avanzado de destreza.
 Kumon llegó a Chile en 1996 y a la fecha tiene más de 60 sucursales, algunas de la cuáles trabajan con colegios.
Uno de ellos es el Bertait College de La Dehesa, que lo implementa como taller. Este es dirigido por la orientadora de Kumon, María de la Paz Cortés, quien aclara que no sólo tiene alumnos del colegio, sino de otras partes. “La idea es potenciar a nuestros niños, pero con esfuerzo y rigor”, dice. Para ello, les hacen ejercicios de 15 minutos todos los días.
 Según la orientadora, apenas los menores inician el taller, las notas repuntan.

 María Verónica Gómez, también es orientadora Kumon en el colegio Monte Tabor, en La Dehesa, recinto donde tiene una especie de franquicia, que incluye una sala donde imparte clases a niños de 15 colegios. “La idea es que desarrollen el hábito, todos los días, media hora. Que se conviertan en autodidactas en el estudio de las matemáticas y el lenguaje. Los profesores ven la diferencia: los niños que llevan tiempo en Kumon tienen buenas notas y los apoyan”.

Highscope de EE.UU.
 
 La metodología Hishscope nació en EE.UU. a partir de una fundación creada en 1970 por David Weikart. “Más que un método, es una forma de entender el aprendizaje”, dice Trinidad Ried, una de las fundadoras del Colegio Santa Cruz de Chicureo, donde se aplica.
“Cuando fundamos el colegio (1996) no queríamos desarrollar una educación tradicional. Quisimos buscar habilidades y competencias”. Conocieron esta metodología y en 2008 recibieron la representación de la Fundación en Chile. “Highscope promueve y facilita el aprendizaje activo y participativo. En lugar de que sea un adulto el que traspasa información y el niño replica, este sistema usa el ambiente de la sala para que el niño tenga vivencias de aprendizaje. Es un hacer reflexivo”.
Los niños tienen buenos puntajes, pero además aprenden habilidades comunitarias, de liderazgo y emprendimiento.
 Según el ranking de la Revista Qué Pasa, que mide Simce y PSU, el colegio está en el lugar 29. “Una muy buena posición para un colegio que tiene 15 años”, dice Ried. En EE.UU. el método ha mostrado mejorar la vida de niños vulnerables: 30 años después tienen mejor salario y calidad de vida que sus pares de escuelas normales

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Trayectorias laborales de docentes en Chile

Este artículo muestra la evidencia sobre el rol que tiene el profesor en el desarrollo de las habilidades cognitivas y no cognitivas de los alumnos. 


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martes, 15 de enero de 2013

Principios formativos Five Minds for the Future, H. Gardner



Una de las innovaciones más importantes contempladas en la nueva Ley General de Educación q es la obligación impuesta allí, conjuntamente al Ministerio de Educación, a la autoridad curricular nacional y a la Agencia de Calidad de la Educación de definir estándares para la enseñanza básica y media. Se trata de un desafío mayor.  Y no sólo de carácter técnico, como suele decirse, sino también, y especialmente, en el terreno de los principios formativos que en adelante deberán orientar al sistema educacional. En efecto, se ha de plasmar, a través de los estándares, una visión sobre las capacidades que las personas deberían adquirir para desempeñarse con eficacia en la sociedad del siglo XXI.

Howard Gardner, el psicólogo de la Universidad de Harvard cuya fama se asocia con su teoría de las "inteligencias múltiples", publicó un libro -Five Minds for the Future- que bien puede contribuir a nuestra discusión. Plantea ahí que en el futuro las personas necesitarán desplegar cinco capacidades fundamentales, o tipos de mentes como él las llama, que las habilitarían para hacer frente a actividades previsibles y, también, a lo inesperado. ¿Cuáles son?

- Primero, una mente disciplinada, en el doble sentido de esta palabra: que trabaja ordenadamente haciendo posible la adquisición de nuevas comprensiones y destrezas por un lado y, por el otro, que se halla formada en un modo distintivo de cognición característico de una disciplina académica, un oficio o una profesión.
 
- Segundo, una mente sintetizadora, capaz de extraer información de múltiples y disímiles fuentes, entenderla y evaluarla objetivamente, organizándola de una forma tal que haga sentido para el propio sujeto y para otros.

- Tercero, una mente creativa, en condiciones de proponer nuevas ideas, formular preguntas no triviales, desarrollar formas innovadoras de pensamiento y arribar a respuestas inusuales.

- Cuarto, una mente respetuosa de las diferencias individuales, grupales y de culturas; abierta por tanto a los otros, capaz de apreciar la diversidad y de trabajar con, y en medio de, ella.

- Quinto, una mente ética; es decir, dispuesta a considerar las necesidades de la comunidad e integrarse a la polis y de asumir derechos, obligaciones y responsabilidades en diversos contextos de interacción.

La propuesta de Howard Gardner apunta, en suma, a una educación -durante el período escolar y en la enseñanza superior y, posteriormente, a lo largo de la vida- que forma, cultiva, desarrolla y amplía las capacidades que vendrán demandadas por una sociedad globalizada, articulada en torno a flujos de información, que usa intensamente el conocimiento especializado y cuya sustentabilidad dependerá de la innovación, el diálogo entre culturas y formas de vida diferentes, los riesgos de un mundo global, una sociedad basada en comunicaciones virtuales y el ejercicio responsable de los derechos y las libertades que la democracia expande continuamente.

A su turno, el desafío para los sistemas educacionales es cómo expresar y medir la adquisición de estas capacidades mediante adecuados estándares evaluativos y cómo organizar su formación y desarrollo mediante un currículo que logre moldear, simultáneamente, mentes disciplinadas, sintetizadoras, creativas, respetuosas y éticas en una población de alumnos con diversos talentos y diferentes orígenes socio-económicos y culturales. Las Facultades de Educación nos enfrentamos a formar profesores que, como alumnos,  no han sido formados con estas cinco mentes, debemos por tanto, reenfocarlos hacia nuevas formas de adquirir competencias y conocimientos.

jueves, 10 de enero de 2013

Hablamos de Educación



Hablamos de la educación para el Siglo XXI, hablamos de la importancia de la creatividad e innovación, hablamos de los niños multi-task y de las habilidades blandas, hablamos de tecnología y de la virtualidad en las comunicaciones. Rara vez abordamos el tema de los niños y su capacidad de emprendimiento, ¿queremos formar niños empresarios? ¿porqué no? ¿significa que queremos fomentar algo malo o la capacidade de generar conocimientos, soluciones, recursos y nuevos horizontes?  Vean la propuesta de Cameron Herold, vale la pena darse el tiempo para reflexionar acerca de un camino poco transitado.


jueves, 27 de diciembre de 2012

Gran repercusión de Encuesta del CEIF sobre Familia y Educación


Esta revela que los padres prefieren colegios mixtos, disciplinados, laicos y públicos y que la educación preescolar debe ser obligatoria.
 El desarrollo de competencias relacionadas con lo cognitivo y el rendimiento son las más valoradas por los padres respecto a la educación que desean para sus hijos. 

Así lo revela la 2ª Encuesta Metropolitana sobre Educación y Familia realizada por el Centro de Estudio e Investigación sobre la Familia  (CEIF) de la Universidad Finis Terrae, que entrevistó cara a cara a 1.218 personas de la Región Metropolitana. En cuanto al colegio ideal, éste debe ser mixto, disciplinado, laico y público. La educación preescolar, por otra parte, debería ser obligatoria.

Frente a la pregunta “qué esperan de la escuela”, un 44% contestó que quieren un plantel al que confiar la educación de sus hijos, y un 24% un socio que ayude en la educación. En relación a este punto, Luz María Budge, decana de la Facultad de Educación y Ciencias de la Familia, indicó: “Mientras los padres no vean a los colegios como socios, difícilmente alcanzaremos el nivel de participación responsable de la familia en el proceso educativo de los hijos,  una alianza real y sólida entre los padres y el colegio. Tampoco lograremos que hagan uso de su derecho a escoger una opción educativa para ellos”. 

Dado los reveladores resultados que entrega esta encuesta, ésta ha sido divulgada tanto en prensa escrita como en radio y televisión.




Entrevista Luz María Budge en Canal 24 Horas


miércoles, 19 de diciembre de 2012

Timss: ¿Crisis o crisis de crecimiento?

Mariana Aylwin / Ex ministra de Educación
Los resultados de la Prueba Timms 2011 que evaluó a niños de 15 años y de 4º básico en Ciencias y Matemáticas y que muestra a Chile como uno de los países que más han avanzado entre los 53 que rindieron la prueba, son una buena noticia que puede contribuir a animar el sistema escolar, tan cuestionado por el discurso predominante. El país rompió el estancamiento en que se encontraba. Además , las evaluaciones demuestran -al contrario de lo que suele afirmarse- una reducción de las brechas entre niveles socioeconómicos y dependencias (municipal versus privado). Los que más mejoran son justamente los estudiantes de las escuelas más pobres. Con todo, la satisfacción de ser de los que más avanzamos no debe olvidarnos de lo lejos que nos encontramos de la meta. Nuestros estudiantes se sitúan, en su mayoría, en el nivel bajo e intermedio y muy escasamente en el nivel más alto (1%). Es decir, aún los de colegios de elite no logran llegar al nivel avanzado. Además, subsiste una brecha de género bastante preocupante, puesto que las mujeres obtienen resultados significativamente inferiores que los hombres en ciencias y matemáticas en comparación con otras naciones. El ministro de Educación señaló, sin embargo, que estos resultados demostraban que la educación chilena no estaba en crisis. Nos alegramos de su expresión, puesto que durante años su sector se esmeró en denunciar el desastre educativo nacional. Más bien, la tendencia de las últimas mediciones debiera estimularnos a abandonar el discurso destructivo que decepciona a nuestras escuelas y valorar los esfuerzos que se están haciendo, especialmente en los sectores más vulnerables. 
Fuente: La Tercera

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