Mariana Aylwin / Ex ministra de Educación
Los
resultados de la Prueba Timms 2011 que evaluó a niños de 15 años y de
4º básico en Ciencias y Matemáticas y que muestra
a Chile como uno de los países que más han avanzado entre los 53 que
rindieron la prueba, son una buena noticia que puede contribuir a animar
el sistema escolar, tan cuestionado por el discurso predominante. El
país rompió el estancamiento en que se encontraba.
Además , las evaluaciones demuestran -al contrario de lo que suele
afirmarse- una reducción de las brechas entre niveles socioeconómicos y
dependencias (municipal versus privado). Los que más mejoran son
justamente los estudiantes de las escuelas más pobres.
Con todo, la satisfacción de ser de los que más avanzamos no debe
olvidarnos de lo lejos que nos encontramos de la meta. Nuestros
estudiantes se sitúan, en su mayoría, en el nivel bajo e intermedio y
muy escasamente en el nivel más alto (1%). Es decir, aún
los de colegios de elite no logran llegar al nivel avanzado. Además,
subsiste una brecha de género bastante preocupante, puesto que las
mujeres obtienen resultados significativamente inferiores que los
hombres en ciencias y matemáticas en comparación con otras
naciones. El ministro de Educación señaló, sin embargo, que estos
resultados demostraban que la educación chilena no estaba en crisis. Nos
alegramos de su expresión, puesto que durante años su sector se esmeró
en denunciar el desastre educativo nacional. Más
bien, la tendencia de las últimas mediciones debiera estimularnos a
abandonar el discurso destructivo que decepciona a nuestras escuelas y
valorar los esfuerzos que se están haciendo, especialmente en los
sectores más vulnerables.
Fuente: La Tercera
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